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En él mostraré mis obras al oleo, y también incluiré artículos sobre pintores y obras que me parecen interesantes y que, de una manera u otra, me han marcado en mi desarrollo artístico.
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Rabadán Pintora.

miércoles, 18 de marzo de 2015

10 artistas clásicos que hay que conocer


10 maestros de la pintura y la escultura entre los siglos XIII y XVII imprescindibles en la historia del arte por ser artistas punteros en su época, con un estilo inconfundible, populares e influyentes:



1. Giotto, 1267-1337

Giotto di Bondone, pintor, escultor y arquitecto italiano del Trecento.

Considerado precursor de la evolución que desencadenó el Renacimiento al romper los conceptos medievales de la Baja Edad Media y las limitaciones del arte bizantino. Giotto es el iniciador del espacio tridimensional en la pintura europea.

Obra clave: Serie de frescos de la Capilla de los Scrovegni.




Estatua de Giotto (1845) por Giovanni Dupré. Galería Uffizi, Florencia, Italia. © Frieda




Serie de frescos de la Capilla de los Scrovegni. 1304-1306



2. Jan Van Eyck, h. 1395-1441.

Pintor flamenco del Gótico tardío.

Figura destacada en la transición del Gótico internacional hasta la escuela flamenca. Fundador del retrato occidental como tema. También se le conoce como el “padre de la pintura al óleo” por el desarrollo de su técnica realista y llena de detalles.

Obra clave: Retrato del matrimonio Arnolfini.


Retrato de hombre con turbante (1433), por Jan van Eyck. Óleo sobre tabla, 26 x 19 cm. Galería Nacional de Londres, Reino Unido. Posible autorretrato. Galería Nacional de Londres.



Retrato del matrimonio Arnolfini. Año 1434. Gótico Flamenco.


Llama la atención el realismo óptico basado en la minuciosidad microscópica y en una magistral captación de la luz y la perspectiva, la quietud y, sobre todo, el orgullo por el bienestar material que han logrado, y por sus pequeñas posesiones: la lámpara, los muebles finamente tallados, la ropa… Éste es un aspecto muy llamativo en esta obra; ya que aparecen infinidad de objetos sin motivo aparente. Pero, gracias, precisamente, a estos pequeños objetos, propios de una sociedad que vive en la opulencia se logró desvelar el significado de este cuadro que es una alegoría del matrimonio y de la maternidad..

El Retrato del Matrimonio Arnolfini es, sin duda, una obra maestra del arte de los primitivos flamencos. Según la propia firma del autor, fue pintada en 1434. Formó parte de la colección real española, pero fue robada por el ejército francés durante la Guerra de la Independencia Española. En 1842 la National Gallery de Londres la adquirió por 730 libras.

Van Eyck representa la boda de Arnolfini, un próspero banquero italiano establecido en Brujas hacia 1421. Pero lo más significativo es que da fe de la revolución que estaba viviendo el arte flamenco, paralela a las innovaciones italianas.

El cuadro, lleno de simbolismo, actúa en varios planos:

· como retrato de dos importantes miembros de la sociedad ejecutado por el más eminente artista local

· como testigo de su boda

· como sumario de las obligaciones que entrañaba el matrimonio a mediados del siglo XV.

· Como ilusión, como engaño, como promesa, como exorcismo, en resumen, como un misterio.

Van Eyck hace además gala de su suprema destreza como pintor y maestro de las últimas técnicas (en especial la pintura al óleo), por la que alcanzó renombre en toda Europa.



3. El Bosco, h. 1450-1516.

Pintor flamenco difícil de catalogar por su estilo tan personal y diferente al resto de artistas contemporáneos.

Se anticipa al surrealismo con un universo de imaginería onírica. Muy influyente en Pieter Brueghel el Viejo que copiará las bases de su estilo en varios cuadros y en los expresionistas y surrealistas del siglo XX.

Obra clave: El jardín de las delicias.


El jardín de las delicias. 1500- 1505. Renacimiento.


Retrato de Hieronymus Bosch, El Bosco (h. 1550), atribuido a Jacques Le Boucq. Carboncillo y sanguina sobre papel, 41 x 28 cms. Biblioteca Municipal de Arras, Francia. Biblioteca Municipal de Arras, Francia.



4. Leonardo da Vinci, 1452–1519.

Pintor, escultor, dibujante, arquitecto, ingeniero, filósofo, inventor... Genio de múltiples talentos, visionario y arquetipo del hombre del Renacimiento.

Aunque su obra pictórica es escasa, su fama es tal que sus cuadros y pinturas murales se encuentran entre los más copiados y parodiados de la historia.

Obra clave: La última cena


Autorretrato de Leonardo da Vinci (h.1510-1515). Dibujo con sanguina sobre papel, 33 x 21 cms. Biblioteca Real de Turín, Italia. Biblioteca Reale di Torino. Biblioteca Real de Turín, Italia.

La última cena. 1495-1497. Renacimiento. Temple y oleo sobre yeso.




5. Miguel Ángel, 1475-1564.

Miguel Ángel Buonarroti

Escultor, pintor y arquitecto italiano del Renacimiento.

Otro ejemplo de artista renacentista que triunfa en varias disciplinas, admira el arte clásico y pone en práctica en su obra sus conocimientos y estudios sobre el cuerpo humano. Tal fue la fama de su trabajo en su época que fue conocido como ‘il Divino’.

Obra clave: David.



Retrato de Miguel Angel (h. 1535), Jacopino del Conte. Óleo sobre lienzo. Casa Buonarroti, Florencia, Italia. Casa Buonarroti, Florencia, Italia.



David. 1501-1504. Escultura.


El David es una escultura de mármol blanco de 5,17 metros de altura y 5572 kilogramos , realizada por Miguel Ángel Buonarroti entre 1501 y 1504 por encargo de la Opera del Duomo de la Catedral de Santa María del Fiore de Florencia. La escultura representa al rey David bíblico en el momento previo a enfrentarse con Goliat, y fue acogida como un símbolo de la República de Florencia frente a la hegemonía de sus derrocados dirigentes, los Médici, y la amenaza de los estados adyacentes, especialmente los Estados Pontificios.

El David es una de las obras maestras del Renacimiento según la mayoría de los historiadores, y una de las esculturas más famosas del mundo. Actualmente se encuentra expuesta en la Galería de la Academia de Florencia, aunque hasta 1873 estuvo ubicada en la Plaza de la Señoría de la capital toscana; desde entonces en su lugar se erige una copia de la obra a tamaño real realizada también en mármol.



6. Durero, 1471-1528.

Alberto Durero, pintor, dibujante, grabador y teórico del arte del Renacimiento alemán.

Una inspiración para otras figuras europeas debido a la difusión que tuvieron sus grabados. Importante influencia de sus autorretratos dramáticos.

Obra clave: Melancolía I.


Autorretrato (1500) de Alberto Durero. Óleo sobre lienzo, 67.1 x 48.7 cms. Pinacoteca Antigua de Múnich, Alemania. Pinacoteca Antigua de Múnich, Alemania.

Melancolía I. 1514. Grabado. Estilo Renacimiento.


Melancolía I es uno de los tres grabados del famoso pintor del Renacimiento alemán Alberto Durero, que junto con El caballero, la Muerte y el Diablo y San Jerónimo en su gabinete, compone las Estampas Maestras. Es considerada la obra más misteriosa de Durero y se caracteriza, como muchas de sus obras, por su iconografía compleja y su simbolismo. Es una composición alegórica que ha suscitado diversas interpretaciones. Mide 24 cm de alto y 18.8 cm de ancho.


7. El Greco, 1541-1614.

Doménikos Theotokópoulos, El Greco, pintor manierista de finales del Renacimiento.

Alcanzó un estilo muy personal en sus obras maduras dibujando figuras muy alargadas y fantasmales. Considerado en su tiempo como un pintor excéntrico y marginal, desde mediados del siglo XVIII es reconocido como uno de los más grandes pintores occidentales.

Obra clave: El entierro del Conde de Orgaz.


Autorretrato (h. 1595), El Greco. Óleo sobre lienzo, 59 x 46 cms. Museo Metropolitano de Arte, Nueva York, Estados Unidos. Museo Metropolitano de Arte, Nueva York, Estados Unidos.


El entierro del Conde de Orgaz. 1587. Manierismo.

Óleo sobre lienzo. 4,80 x 3,60 m. Traducción de la firma: “Dominico Theotocopuli, 1578” (fecha de nacimiento del hijo del Greco, no del inicio de la obra).

Algunos autores la han definido como “no sólo es la obra cumbre de El Greco, sino la obra maestra de toda la pintura”.

El Greco lo pinta en plena madurez artística. Tiene rigor arquitectónico y una unidad extraordinaria a pesar de los dos partes en las que está dividido. En esta obra están presentes todos los elementos del lenguaje manierista del pintor: figuras alargadas, cuerpos vigorosos, escorzos inverosímiles, colores brillantes y ácidos, uso arbitrario de luces y sombras para marcar las distancias entre los diferentes planos, etc.

Cuando el Greco se instala en Toledo, alcanza esa madurez pictórica que arrastra de su paso por Italia y los talleres de los mejores pintores de la época. Es entonces cuando el Greco apunta nuevas formas donde los cuerpos se distorsionan, se llenan de arrebato místico: las posturas, las miradas,...

Que el Greco pintase una serie de personajes reales contemporáneos suyos supone el primer retrato colectivo de la historia del arte español. Y hay quien ha visto en la composición completa del cuadro una composición clásica: los caballeros, verticales en la tierra, serían las columnas de un pórtico; sobre ellos, un frontón triangular que quedaría conformado por las nubes que convergen en el vértice del Padre.


8. Bernini, 1598-1680.

Gian Lorenzo Bernini, escultor, arquitecto y pintor italiano del Barroco.

Virtuoso de la escultura. Crea composiciones que capturan el momento culminante del drama y la expresión de los personajes. Domina el claroscuro y el efecto de materialidad.

Obra clave: Éxtasis de Santa Teresa.


Autorretrato (h. 1623), Bernini. Óleo sobre lienzo, 38 x 30 cms. Galería Borghese, Roma, Italia. Galería Borghese, Roma, Italia.

Éxtasis de Santa Teresa. 1647-1651. Grupo escultórico en Mármol. Estilo barroco.



9. Velázquez, 1599-1660.

Diego Velázquez, pintor español del Barroco.

En su madurez pinta ‘alla prima’, de manera rápida y espontanea pero precisa, combinando pinceladas de colores muy diluidos con toques de pigmento en los detalles. Muy influyente en la pintura de Manet y los impresionistas su simplificación y rapidez de ejecución.

Obra clave: Las Meninas.




Autorretrato (h. 1640), Diego Velázquez. Óleo sobre lienzo, 45 x 38 cms. Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, España. Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, España.


Las Meninas. 1656. Estilo Barroco.

Las meninas, como se conoce el cuadro desde el siglo XIX, o La familia de Felipe IV según se describe en el inventario de 1734, se considera la obra maestra del pintor del siglo de oro español Diego Velázquez. Acabado en 1656 según Antonio Palomino, fecha unánimemente aceptada por la crítica, corresponde al último periodo estilístico del artista, el de plena madurez. Las meninas suponen la culminación de su estilo pictórico en un proceso continuado de simplificación de su técnica, primando el realismo visual sobre los efectos del dibujo. Velázquez en su evolución artística entendió que para plasmar con exactitud cualquier forma solo se precisaban unas determinadas pinceladas. La simplicidad fue su objetivo en su época de madurez y en Las meninas es donde mejor consiguió reflejar estos logros.



En Las meninas destaca su equilibrada composición, su orden. La mitad inferior del lienzo está llena de personajes en dinamismo contenido mientras que la mitad superior está imbuida en una progresiva penumbra de quietud. Los cuadros colgados de las paredes, el espejo, la puerta abierta del fondo son una sucesión de formas rectangulares que forman un contrapunto a los sutiles juegos de color que ocasionan las actitudes y movimientos de los personajes.


10. Rembrandt, 1606-1669.

Pintor y grabador holandés del Barroco.

Célebre incluso en el campo de la fotografía actual por la llamada iluminación Rembrandt que caracteriza muchos de sus retratos. Su pincelada evoluciona de suave e ilusionista a tosca con una calidad táctil que representa las cualidades del objeto.

Obra clave: La ronda de noche.


Autorretrato (1659), Rembrandt. Óleo sobre lienzo, 64 x 66 cms. Galería Nacional de Arte, Washington D.C., Estados Unidos. Galería Nacional de Arte, Washington D.C., Estados Unidos.

La ronda de noche. 1642. Estilo Barroco.

La ronda de noche o La ronda nocturna (en neerlandés: De Nachtwacht) es el nombre por el que se conoce comúnmente una de las más famosas obras maestras del pintor neerlandés Rembrandt, pintada entre 1640 y 1642. Este cuadro es una de la joyas de la exposición permanente del Rijksmuseum de Ámsterdam, pinacoteca especializada en arte neerlandés.

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